Somos una asociación sin animo de lucro que lucha por los peludos olvidados por la sociedad.
Quiénes somos
Somos una asociación formada por un grupo de mujeres unidas por un mismo propósito: ayudar a los animales abandonados.
Todo comenzó gracias a Bilbo y Nina, dos perros extraordinarios que lograron lo impensable: unir a tres chicas con la misma inquietud y una pregunta que lo cambió todo: ¿Habrá más perros como ellos, solos, olvidados, esperando una oportunidad?
La respuesta fue un sí rotundo. Pero no eran unos pocos… eran muchos. Demasiados. Así nació nuestra asociación: de la preocupación, del cariño y de la necesidad urgente de actuar. Hoy, somos muchas más. Contamos con un equipo de voluntarios comprometidos y con un sueño compartido: dar una segunda oportunidad a quienes más lo necesitan.
Cada animal que llega a nuestras manos supone un esfuerzo económico y emocional. Todo sale de nuestros bolsillos, donaciones de quienes creen en lo que hacemos y, sobre todo, del amor infinito por nuestros peludos.
En un mundo ideal, los gastos estarían cubiertos. Pero como vivimos en el real, seguimos adelante con trabajo, sudor y, sobre todo, esperanza. Porque ellos nos necesitan. Y nosotras nunca los vamos a dejar atrás.
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Quiénes somos
Somos una asociación formada por un grupo de mujeres unidas por un mismo propósito: ayudar a los animales abandonados.
Todo comenzó gracias a Bilbo y Nina, dos perros extraordinarios que lograron lo impensable: unir a tres chicas con la misma inquietud y una pregunta que lo cambió todo:
¿Habrá más perros como ellos, solos, olvidados, esperando una oportunidad?
La respuesta fue un sí rotundo. Pero no eran unos pocos… eran muchos. Demasiados.
Así nació nuestra asociación: de la preocupación, del cariño y de la necesidad urgente de actuar. Hoy, somos muchas más. Contamos con un equipo de voluntarios comprometidos y con un sueño compartido: dar una segunda oportunidad a quienes más lo necesitan.
Cada animal que llega a nuestras manos supone un esfuerzo económico y emocional. Todo sale de nuestros bolsillos, donaciones de quienes creen en lo que hacemos y, sobre todo, del amor infinito por nuestros peludos.
En un mundo ideal, los gastos estarían cubiertos. Pero como vivimos en el real, seguimos adelante con trabajo, sudor y, sobre todo, esperanza.
Porque ellos nos necesitan. Y nosotras nunca los vamos a dejar atrás.